jueves, 16 de enero de 2014

SOY HOMOSEXUAL Y CREO EN CRISTO



Crecí en la iglesia, soy hijo de Pastores, recibí a Jesucristo, El siempre fue parte de mi vida y mi educación fue totalmente basada en torno a los principios bíblicos y principios.

Cuando cumplí 11 años recuerdo que había varias cosas que no parecían bien. Tenía estos sentimientos por otros niños y la iglesia claramente enseñaba en contra de la homosexualidad.

De hecho, si tu creyeras todo lo que se dice desde el púlpito, no había manera que yo fuera salvo, si no que estaba destinado a pasar la eternidad en el infierno. Algo sobre esto no tenía sentido porque yo sabía en mi corazón que era salvo desde el día que le entregue mi vida a Jesús.

Esto quería decir que cada vez que seguía mis sentimientos, yo pecaba. Me traía conflicto y culpa, pase años sin poder disfrutar de mi vida por el conflicto que se creaba en mi al ser gay y a la vez cristiano.

¿Cómo algo tan maravillo puede ser llamado pecado?

Necesitaba amor y la expresión de ese amor como cualquier otra persona. Si mis sentimientos sexuales eran pecados. La condena venía del púlpito de la iglesia, no de Cristo.

Paso el tiempo y mi lucha por vencer mis sentimientos era diaria, así que...

Busqué a Dios para que me “curara” y me quitara esos sentimientos.
La verdad es que intenté todo lo de la Biblia para deshacerme de este hechizo.

Pase por 29 Iglesias en un periodo de 4 años, oración, ayuno é inclusive hasta exorcismo y hasta hice un voto Nazareno (no me rasuré por seis meses) y no me curaron.

Buscamos ayuda (mi mama y yo) por medio de grupos para "EX-GAYS" ... pero notamos que era algo muy falso y mamá decidió alejarme de esos grupos.

Llegue a los 16 años... Finalmente, durante un tiempo difícil en mi vida, mis oraciones a Dios fueron contestadas con una pregunta de Cristo para mí.
Me preguntó, “¿Cuándo vas a ser honesto con el mundo y conmigo?”
De repente, mi problema era un problema acerca de mi propia integridad.

HONESTIDAD Y TRANSPARENCIA conmigo y con mi Creador!

A los 16 años conocí un ministerio Incluyente, asistí y estuve frecuentando
Una noche no pude mas entre el conflicto de lo que me estaban diciendo en este ministerio incluyente y mis conceptos cristianos, todo lo que me habían enseñado mis padres, me arrodille en mi habitación solo, sin ruidos a la media noche entre lagrimas y una necesidad de respuestas, y empecé a decirle al Señor todo - "Señor soy homosexual, ¿porque? ¿para qué?"

Vino una respuesta tremenda que yo no esperaba:
" MI PROPOSITO EN TU VIDA SE TE HA DICHO DESDE NIÑO, TE HIZE ASI CON EL PROPOSITO DE LLEVARTE A LA GENTE QUE NADIE MAS LE PREDICARA, IRAS Y HABLARAS DE MI".



Fue como si se armara frente a mí un rompecabezas y todo tomara sentido. Al día siguiente me levante y empezó a experimentar un gozo como nunca antes.

Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”

Que gozo! Este verso finalmente se hizo real en mí. Y es cierto para toda la comunidad GLBT. El no desea que nadie perezca, pero también sabe que hay unos que no van a creer. Esto es muy triste para nuestra comunidad.

Hemos escuchado y creído por mucho tiempo sobre la condenación que se ha predicado desde los púlpitos, Jesús nunca condenó la homosexualidad, así que no ha de ser tan importante asunto.

Jesús es un ser de relaciones y nuestra relación amorosa con esa persona especial en nuestra vida va a mejorar é improvisar nuestra habilidad para amar y servir al resto.

Eres quien eres porque la creación te creó de esa manera. Tienes la libertad de ser quien eres por tu fe. Esto significa que no hay nada malo contigo, y nada en el futuro lo habrá, porque Jesucristo ha pagado el precio por esa libertad.

Camina hacia una nueva jornada con Cristo Jesús, quien se mantendrá más cercano que un hermano.

Daniel Centeno

No hay comentarios:

Publicar un comentario