ECHALE LA CULPA A SATANAS

He escuchado tantas veces a la gente quejarse:
¡Que la vida es puerca!
¡Que no vale nada!

Algunos hasta me han dicho
¡Preferiría estar muerto!
¡Preferiría no haber nacido!

¡Que irónico!
He escuchado a tantos supuestos cristianos decir:
¡Si no robas, eres tonto!
¡No confíes en nadie!
Se ve que ni entre estos seres tan confiables, entre ellos no se tienen confianza.

Algunos gays me han aseverado…
¡Es que el amor entre gays no existe!
¡Es que todos los gays somos promiscuos!

¿A qué nivel de desesperanza nos esta llevando este sistema?

Y como siempre echamos la culpa a otros,
varios gays viviendo con el VIH me han aseverado…
¡Así como me lo transmitieron… así les voy a pasar!

Aquí nace la pregunta:
- ¿Qué culpa tiene aquel a quién le van a pasar…?

Si tienes VIH, aprende a aceptar tu culpa.
Tú fuiste quien sabiendo las consecuencias tomaste los riesgos
y tuyas fueron las decisiones.

Ni la vida, ni las circunstancias, ni Satanás.
Nadie tiene la culpa de nada de lo malo que te pase,
ni lo que pasa en el mundo.

Son ciertos seres humanos que encegados por su ambición tonta, egocentrismo y egoísmo, han perdido la valoración de la vida,
y sobre todo la de si mismos.

Y aunque la vida según ellos sea fea, insoportable, dura, dolorosa,,,
Cierran sus ojos y su corazón ante el espectáculo más grande y
hermoso que el Creador nos ha dado…
¡La Vida Misma!

A cuantos que están a punto de morir les he escuchado…
- ¿Qué daría por volver hacia atrás y valorar tanto mi vida!

La vida no es nada más que el reflejo de cómo tu eres por dentro.

Varios de los que asisten ha conversar conmigo cuando les ha pasado algo malo, siempre echan la culpa a otros o a las circunstancias.

Siempre hay pretextos…

- Es que soy pobre,
- Es que me discriminan…
- Es que nadie me quiere…
- Es que me estigmatizan…
- Es que me maltrataron…
- Es que todos hacen lo mismo…
- Es que no puedo…
- Es que el me hizo daño…
- Es que me satanizan…

Siempre tenemos a alguien a quien culpar. Basta ver el show que tenemos ahora en televisión de tantos predicadores evangélicos donde los muy santos siempre echan la culpa de todas sus debilidades o defectos al Demonio. “Satanás es el culpable”. Estos seres tan especiales y elegidos jamás hacen las cosas conscientemente. Es otro el que los tienta. Ellos jamás serán culpables de sus errores o de sus propios actos.

Cuando Dios reclamó a Adán sobre su desobediencia:
Adán inmediatamente le hecho la culpa a Eva…
Eva inmediatamente le echo la culpa a la serpiente…
Pero como la serpiente no habla…
ya no hubo a quién echarle la culpa.

Pero si tomamos el caso de la Biblia y hubiera hablado…
La serpiente inmediatamente le hubiera echado la culpa al mismo Dios.
- Tu mismo me lo ordenaste, porque estaba escrito…

Ahora todo lo malo que pasa en ti o en el mundo se le echa la culpa al demonio, al sistema, al capitalismo, al calentamiento global, a la mala suerte, al destino, a la familia, a la discriminación, a la estigmatización, a la corrupción, a los homofóbicos
y un largo etc, etc, etc.

Reconocemos que el bien y el mal existen.
Pero ya es hora que aprendamos a reconocer que todo es resultado
de nuestras propias decisiones, por lo tanto todas nuestras acciones tienen su correspondiente reacción.

Cuando los seres humanos dejemos de echar la culpa a otros, por fin aprenderemos a ser responsables.
“Yo soy responsable de todo lo que pasa en mi vida.

Una vez reclame a un gay maduro de edad, mas no de intelecto,
y su rol sexual era activo, viviendo con VIH…

- ¿Por qué a pesar de que tienes VIH, estas teniendo sexo sin condón?

El fríamente señalo hacia su televisión donde justamente estaban presentando uno de esos fatales noticieros donde te enfocan que para solucionar todo en este mundo es necesario el uso de la violencia.
Me quede absorto ante tal explicación sin palabras de su parte.

Entendí lo que el me quería decir ante el show de muerte que estaba
viendo en la pantalla. Según los cánones actuales morales de nuestra sociedad: “Matar es normal”.

- ¿Qué me reclamas? – me increpo.

Conclusión: La CNN es Satanás.

FRANCISCO GUAYASAMIN.